Las altas temperaturas del verano incrementan la necesidad de tener mayor hidratación y el consumo de agua, así como de frutas y verduras es fundamental desde la primera hora del día.
“Lo principal es tener en cuenta qué actividades vamos a realizar a lo largo del día, tanto las nuestras como las de la familia. Lo ideal es llegar a consumir dos litros de agua, o acercarnos lo más posible a eso. Si hacemos actividades al aire libre o vamos a la playa, es fundamental llevar siempre botellas de agua segura”, sostuvo Agustina Salgado, Nutricionista del equipo de Enfermedades Crónicas No Transmisibles del Ministerio de Salud.
Una de las opciones para facilitar su consumo es saborizarla de manera natural, con unas gotas de limón, pomelo, naranja o cualquier otra fruta regional, de acuerdo a la zona de la provincia. “Nuestro cuerpo también se hidrata con los productos que comemos, entre ellos las frutas de estación, que nos dan un extra de energía, son sanas y naturales”, dijo la profesional.
Con respecto a la colación, Salgado indicó que una opción saludable es reemplazar las harinas y los alimentos fritos por frutas y verduras, sobre todo a la hora de ir al mar, el río o el lago.
“Los productos de la playa como churros o tortas fritas, que muchas veces no se pueden evitar, implican un mayor gasto de energía a la hora de procesarlos, y su ingesta es más pesada. Como alternativa podemos consumir tomates, choclos o zanahorias, así como un bizcochuelo o galletitas hechas en casa. Cualquier preparación casera, que no sea frita, será mejor”, remarcó Salgado.
Vale mencionar que, cuando el cuerpo no repone el líquido suficiente, se puede correr el riesgo de sufrir deshidratación, algo que, si bien puede afectar a todas las personas, los niños de corta edad y especialmente los adultos mayores son los grupos más susceptibles.